Nacer Velado

¿Te ha pasado?  Sales de la consulta del ginecólogo más o menos tranquila… y, ¡zass!, en cuanto cruzas la puerta te acuerdas justo de esa pregunta que llevabas días dándole vueltas. 

​

Mamá, no estás sola, te lo juro. Al inicio de mi embarazo fui a consulta con una lista de dudas que parecía la carta a los Reyes Magos. Llegué allí toda formal, pensando: 'Hoy lo pregunto TODO'. Pero en cuanto me senté, ¡puf!, mi cerebro hizo cortocircuito. Y claro, cuando por fin me acordé de lo que quería preguntar ya iba en el coche de vuelta a casa, pensando: '¡Ay, madre mía, soy un desastre!'

​

Me dije: 'No pasa nada, pido otra cita'. Pero ojito, que conseguir la primera ya había sido un juego del "quién es quién". Que si llama al centro de salud, que si ahora pide al hospital, que si este no es tu turno… Vamos, me sentí como un Pokémon perdido en la Pokédex. Y después de tanto lío, me dicen que no había hueco hasta tres semanas después. ¡Tres semanas! 😵‍💫

​

Ahí estaba yo, con mi duda rondándome la cabeza, comiéndome la olla cada noche y cayendo en el agujero negro de Google. Y tú ya sabes cómo va eso: empiezas buscando algo normalito y terminas convencida de que necesitas un médico, un cura y una botella de agua bendita.

Fue ahí cuando lo vi claro. Esto no puede ser así. No puedes sentirte como un Sherlock Holmes buscando respuestas mientras intentas mantener la calma.

​

Por eso creé Nacer Velado, un espacio donde combino mi experiencia médica con información basada en evidencia científica para resolver tus dudas en el momento justo. Estoy aquí para ofrecerte el respaldo profesional que necesitas, ayudarte a tomar decisiones informadas y garantizar que tú y tu bebé viváis este embarazo con la tranquilidad que merecéis.

​

Mamá guerrera, tranquila. ¡Nosotras podemos con todo, hasta con las preguntas más rebuscadas!